CAPÍTULO 3: LA
EMPERATRIZ MATIN
PARTE 1: UN PUEBLO SIN NOMBRE ESCONDIDO EN LA ESPESURA

JUNGLA PANAN

Falo Credere Etincelle, a quien la Emperatriz Matin le había encargado encontrar a su hermano perdido, había encontrado una importante pista de un vendedor de información de la ciudad de Falune. Se decía que había un chico quien se veía idéntico a la Emperatriz Matin en la Jungla Panan, y que lideraba desde allí una legión secreta. Creyendo que era pausible, Falo fue a la jungla y finalmente encontró una pequeña aldea que jamás había sido registrada en los mapas. Ni siquiera era una aldea realmente, sólo habían cortado la maleza y construyeron una especie de campamento allí. Todos los aldeanos se encontraban vestidos con harapos, y difícilmente encontraban algo para comer. Había una exorbitante diferencia entre este lugar y Novarista, la capital del Sagrado Reino. Podía llamársele simplemente un arrabal, o un campamento de vagabundos.
Después de observar detenidamente, Falo se percató de que había muchos orientales en ese lugar, eran llamados Asem, el principal grupo étnico de Azuelgatt. Pero el Reino de Azuelgatt estaba condenado, y muchos de ellos eran personas que habían luchado por su reino. Pero también había una notable cantidad de civiles del Sagrado Reino. Cuando Falo entró al campamento, la gente se detuvo y lo miraron de manera muy disgustada. Muchos jóvenes incluso sacaron sus espadas, listos para atacar en cualquier momento. La atmósfera estaba cargada de tensión. En ese momento, un joven salió y rompió el silencio.

-¿Qué sucede?

El chico vestía un traje elegantísimo y tenía un gran aire de nobleza. Se veía tan hermoso, que nadie creería que pertenecía a ese lugar.

-¿Quién eres? ¿Por qué viniste aquí? -le preguntó el joven a Falo, de forma imperturbable.

Falo quedó en shock al ver su cara. Largo y platinado cabello rubio, grandes ojos de color claro; el muchacho no sólo era igual de bonito que la Emperatriz Matin, ¡sino que tenía el mismo rostro!

- ¿Acaso acabo de verla en un espejo? -musitó para sí mismo.- No puede ser, debe ser el mismísimo hermano de la Emperatriz Matin.

No podía haber dudas al respecto. Falo jamás había visto 2 personas tan parecidas entre sí.

-¿Por qué estás tan confundido? -preguntó el chico.- ¡Contesta mi pregunta!

Aún era joven, pero su voz era lo suficientemente digna.

-La dominación del Sagrado Reino me repugna -respondió Falo.- Dejé ese horrendo lugar hace mucho, y me convertí en un viajero. Luego de oír sobre ti y tu legión, vine a unírteme.

Por supuesto, nada de eso era cierto. El vendedor de información le advirtió a Falo que dijera eso, o podría encontrarse en grave peligro.

-¿Dices que quieres unirte a nuestras fuerzas? En verdad pareces ser un espadachín decente, pero más te vale no ser el caballero de algún reino, ¿está bien?

En apenas un chasquido, el chico desenvainó su espada y la apuntó hacia el cuello de Falo.

-Esto se ve mal… -pensó Falo.- Ellos de verdad son los rebeldes, y este chico debe ser su líder.

Luego de reflexionar un momento, decidió cambiar de tema para confirmar si este chico era o no realmente el hermano de la Emperatriz Matin.

-¿Tienes hermanos o hermanas?

-¿De qué estás hablando? ¿Por qué preguntas eso mientras tienes una espada en el cuello? ¡Qué extraño sujeto!

El muchacho se encontraba sorprendido, pero terminó respondiendo seriamente.

-Toda la gente de aquí son hermanos y hermanas. Claro que yo también soy uno de ellos. Tuve una hermana antes… Ella me sacó adelante, como si fuera mi madre. Pero ahora… se ha ido. ¡Y es todo por culpa del reino! Y ahora estoy aquí con mi nueva familia; compartimos el mismo corazón lleno de odio. ¿Qué tal mi respuesta? ¿Estás satisfecho?

¿Por qué fue separado de Matin? ¿Por qué lideraba una fuerza rebelde? Falo nunca supo del chico antes. Pero ahora sabía 2 cosas: el joven no tenía idea de la existencia de su verdadera hermana, y odiaba muchísimo al Sagrado Reino por la muerte de su hermanastra.

-¿Por qué tiene que ser así? -pensó.- ¡El hermano de mi emperatriz es nada más que el líder de la fuerza rebelde! ¿Cómo podría decirle la cruel verdad?

Falo sintió su corazón estremecerse. Amaba a su emperatriz y no quería herirla. Lastimosamente podía imaginarse qué pasaría luego de que le contara todo, porque eso haría que su corazón se desangrara.

-¿Por qué estás tan triste? De verdad eres un sujeto raro.

El joven enfundó su extraña espada. Estaba profundamente confundido por el accionar de Falo.

- Quizá no seas peligroso. Bueno, el sol se pondrá en seguida, puedes dormir aquí esta noche.

-¡Pero, espera! No quiero quedarme. Escúchame, en verdad…

De repente un hombre salió de la oscura espesura con un gran jabalí a cuestas.

-¡Hey, Nox! Vamos a tener una gran cena esta noche. ¡Sólo mira el tamaño del jabalí que derroté!

-Bienvenido, padre.

Falo cayó en shock nuevamente. Él conocía muy bien a ese hombre: una vez fue el líder de “Noi de Ragnia” (los guardias Reales) y su amado maestro, Adhuk. No había mostrado su cara en público por más de 10 años, nadie sabía qué le había sucedido. ¿Por qué habría aparecido en un lugar como ese?

Antes de que Falo pudiese abrir la boca, Adhuk lo tomó rápidamente y lo llevó a las profundidades de la oscura selva.

-¡Falo, qué estás haciendo aquí! Si tu respuesta no me satisface, te mueres.

-¡Eso quiero preguntarle a usted, Maestro! ¿En dónde ha estado todos estos años? ¿Está con la fuerza rebelde? Usted siempre fue llamado “el único hombre” en las guardias reales, ¿o no?

-Esto es… por el bien de Nox. Si eres leal a tu emperatriz, me entenderás.

-¿Nox? ¿Ese chico? ¿Él es el hermano de la emperatriz? Ella quería que lo encontrara con urgencia, siempre estaba preocupada por él. Para curar el amable corazón de mi emperatriz, debo llevarle al Señor Nox si de verdad es su hermano.

-Falo… -Adhuk suspiró incómodamente.- No diré nada más. Sal de aquí inmediatamente. Sé que eres lo suficientemente inteligente para darte cuenta de cuánto odian ellos al Sagrado Reino. Verás, el odio de Nox por el reino arde como ningún otro. Él fue abandonado, y todos sus amigos, y hasta su querida hermanastra, fueron asesinados por el reino. Nadie podría liberar su corazón del rencor que siente. Sin duda, fue todo culpa del Sagrado Reino. ¡El reino se ha corrompido por cientos de años, lo sabes!

-Pero un caballero real debe serle leal a su Señor hasta su muerte. Mi vida es propiedad de mi emperatriz. Si usted aún es un caballero, lo entenderá.

-Pero tú no entiendes el dolor de Nox. Si tu sentido de justicia es pegarte a esa marioneta de emperatriz, entonces el mío es permanecer con Nox. Él ha perdido mucho, pero sin importar lo que pase, nunca me perderá a mí.

-¡Ha olvidado la regla del “Trisagionid”! -lloró Falo.- Usted no puede ser mi respetado maestro. Ya ni siquiera es un caballero. Mi Maestro debe haber muerto hace muchos años…

El muchacho llamado Nox se les acercó, con los aldeanos siguiéndolo.

-¿Qué estás haciendo, padre? ¿Quién es exactamente este tipo?

-Él… es un guardia real. Fue enviado aquí para investigarnos. Estaba a punto de matarlo, pero… Sucede que es uno de mis aprendices. He cambiado de parecer. Déjalo ir, por mí. ¿Lo harías?

-¡¿Qué?! ¡¿De verdad eres un guardia real?!

Al escuchar eso, Nox perdió toda su gracia en un segundo. Se volvió un verdadero demonio de odio.

-¡Maldito seas! Sólo porque mi padre me lo pide, te dejaré ir esta vez. Pero si te atreves a aparecer en mi vista otra vez, ¡vas a morir! ¡Ve y dile a tu títere de emperatriz que su reino corrupto pronto será condenado bajo el juicio de la justicia! ¡Sal de mi vista inmediatamente!

Falo quedó en shock por tercera vez, por la cara desencajada de Nox. No pudo decir ni una palabra. Silenciosamente, se fue.

Los ojos claros de Nox, que solían ser los mismos que los de Matin, se estaban volviendo de un profundo rojo sangre.