Capítulo 5. Gijiri
Capítulo 5

Ristaccia existía como factor de desorden en aria Te’laria, por lo que la naturaleza misma creó una forma de luchar contra ese caos. Así nace el místico árbol de Turii en la isla homónima, y que daría nacimiento a los Hijos de las Estrellas, una raza de personas ajena a las demás, que convivían pacíficamente entre ellos, sin conocimiento ni contacto con el exterior. Turii y su gente mantenían el balance natural del mundo por medio de su poder. La Gente de las Estrellas mantenía un número constante de habitantes; cuando llegaban a 10, el mayor era sacrificado y uno nuevo nacía, como un ritual inexorable y sempiterno. Ellos no tenían sexo, género ni qualia.

Masinowa es el más antiguo reino de Aria Te’laria. A partir de la erupción del volcán Mifushi, la gente se separó entre los que escaparon al sur y los que fueron hacia el norte. Los del sur llegaron a una zona despoblada, región que bautizarían como “Wenkamui, tierra de origen”. Esta gente había sido expuesta a una “luz misteriosa” en las ruinas Junaguni, lo que les había dado a algunos extraordinarios poderes, especialmente a su líder, Sonigi. Todos ellos tenían una marca de serpiente en la espalda, eran los primeros Kagachijin. Un día, encuentran un trozo de Ristaccia en las ruinas y es incrustado en una espada hecha de apoitakara, lo que se convertiría en el tesoro de la comunidad. Sin embargo, en el extremo sur de Eijeek residían los Gadena, la raza de gigantes, que cuando descubrieron que los Humina poseían un fragmento de Ristaccia, se dirigieron a Masinowa para apoderarse de ella. Una gran guerra de desató, que terminó en la matanza de la mayoría de los Kagachijin. Sabiendo que los perseguían por la espada, Sonigi llevó a su gente a las planicies Junabaru, mientras que él escapó como señuelo hacia la isla Junaguni.
La población que migró hacia el norte se llamaron Yamajijin, e iniciaron una religión en base a la sacerdotisa Ame no Uzume, la única capaz de comunicarse con el espíritu de la montaña, Omifushisama. Estas 2 deidades compartían un profundo amor, y Omifushisama le regaló a Ame no Uzume lo que sería un valioso tesoro de su pueblo: el apoitakara, un metal precioso de la montaña. Esta religión controlaba los conceptos de pecado y bondad según sus dogmas. Muchos años después, una hambruna golpea a los Yamajijin, por lo que la actual sacerdotisa y cabeza del pueblo, Hare no Itoyo, consulta a Omifushisama sobre la causa. El espíritu responde que esto es por la existencia de gente “sucia”, pecadora, por lo que Hare no Itoyo sale a su búsqueda, y en ello encuentra a los Kagachijin. Éstos vivían en medio de las tierras devastadas por los Gadena y mantenían las marcas de serpiente en sus espaldas, por lo que Hare no Itoyo los consideró como la gente sucia que airaba a los dioses. Lucharon entre ellos, pero los Kagachijin no tuvieron oportunidad contra las armas de apoitakara refinado de los Yamajijin. Así, fueron esclavizados y reunidos en un pueblo llamado Jakotsu, donde esperarían a ser purificados. La clase dominante se instaló en Konohana, un pueblo separado por un puente, y así se funda el país de Shinkoku, y el reino de Masinowa. Éste sería regido por todos los descendientes de la genealogía de Ame no Uzume, en un sistema de casas y sacerdotisas (este sistema es propio del Japón antiguo).

Gijiri es un Kagachijin nacido en la aldea de Jakotsu, en medio de la miseria y el desdén. Un día, una familia de Yamajijin cruza hasta Jakotsu y Gijiri ve a la hija, Misakuya, una hermosa niña que lo embelesa. Él intenta acercársele, pero enseguida es increpado y golpeado por su atrevimiento, remarcando que un “sucio” como él no puede tocar a un Yamajijin. Gijiri no sabía por qué era despreciado así, por lo que se propone convertirse en un hombre de bien, aprendiendo y perfeccionando habilidades, para poder acercarse a ella. Años más tarde, Gijiri intenta acercársele nuevamente con una flor, pero ella lo rechaza como siempre, con odio y temor. Su amigo, Minawa, le aconseja que no intente ir contra lo establecido, que acepte la realidad, pero Gijiri se niega. Vende el caballo de su familia, considerado muy valioso, y con el dinero compra una espada de apoitakara. Cierto día, irrumpe en la propiedad de la familia de Misakuya; ella le ordena que se aleje, que es “sucio e impuro”, pero cuando él le pregunta por qué, ella no sabe responder. Es simplemente lo que le hicieron creer toda la vida. Gijiri le explica que abandonó Jakotsu y es un nuevo hombre, pero enseguida los demás Yamajijin llegan a arrestarlo. Misakuya lo defiende, diciendo que ya no es un Kagachiijn, pero los demás se ríen, mostrándole que mientras él tenga la marca en su espalda, seguirá siendo un Kagachijin. Gijiri escapa, muy frustrado, y regresa a su aldea. Sabe que los demás Kagachijin no están interesados en salir de su sumisión y baja posición, por lo que ofrece su alma al Dios Serpiente y obtiene la inmortalidad, luego incendia la villa y mata a todos los habitantes. El único que sobrevive y lo acompaña luego es Minawa. Los 2 se dirigen al sur y años después fundan una agencia llamada Sazaragi, un grupo de ladrones que buscan reliquias e investigan el origen de la raza Kagachijin. Gijiri cree que su raza es superior a la Humina y que su origen está en la “luz misteriosa” de las ruinas Junaguni, por lo que se dirige allí, y descubre que los Kagachijin expuestos a la luz “evolucionan” y adquieren nuevos poderes, a los que llama Majin. Los Majin pueden usar grandes poderes mágicos, aunque esto acorta su tiempo de vida. Minawa también se convierte en un Majin y cambia su nombre a Ido, para evidenciar su cambio personal, y se convierte en la mano derecha de Gijiri. Ido es un Majin excepcional que puede no sólo utilizar magia, sino neutralizar la de otros; también tiene el don de no envejecer, por lo que acompaña a Gijiri por muchos años (aunque ninguno de ellos sabe el porqué de eso). Se funda en Masinowa la “aldea de Majins”, donde Giiri continúa experimentando con éstos exponiéndolos a la luz. Un día, unos Majin se rebelan, diciendo que sus poderes han superado a los de Kagachi y al mismo Gijiri y lo atacan, pero él no recibe daño; los Majin preguntan por qué, y Gijiri dice que él ya se ha convertido en un “Mononoke” (una especie de espíritu que sobrepasa el potencial humano). Para castigarlos, los usa como conejillos de indias para seguir experimentando y vuelve a exponerlos a la luz, esperando obtener una nueva evolución, pero estos Majin perecen en el hecho. Ido dice que Gijiri es el máximo escalón de evolución Kagachi, y que con su espada Ame no Hoakari, es invencible. Unos años después, un gran grupo de Majin enloquece, destruyendo la aldea. El único que puede controlarlos es Ido, que decide sacrificarse para invocar un enorme sello en Wenkamui, para neutralizar a los Majin. Gijiri queda muy dolido por la pérdida de su amigo, que era casi como su hermano, pero continúa con su misión, abandonando Wenkamui y yendo al norte de Masinowa. Allí, se apropia de Inomikado, una de las casas sagradas de uno de los descendientes de Ame no Uzume, para controlar la actividad política de la región, mientras sigue dirigiendo a los Sazaragi.
Cierto día, un grupo de Sazaragi viaja a la isla Turii, buscando tesoros; en el grupo están Kukaru e Isago. Al llegar, protagonizan el ritual de la Gente de las Estrellas, en que Malchut estaba siendo sacrificada. Kukaru no duda y se lanza al agua a salvarla; al sacarla, le practica la resucitación junto a Isago hasta que reacciona, Kukaru está muy feliz por haberla salvado. Sin embargo, la Gente de las Estrellas intenta volver a ahogarla, cosa que Kukaru evita, llevándosela consigo a la embarcación de los Sazaragi de vuelta a Masinowa y provocando un desbalance de Turii con el mundo, sin saberlo. Kukaru “adopta” a Malchut, cosa a la que Gijiri no se opone pero tampoco aprueba. Gijiri aprecia mucho a Kukaru pero tiene sentimientos encontrados por él, que comprende al confirmar que Kukaru es un mestizo mitad Kagachijin, y que además proviene de la genealogía de Misakuya (aunque Kukaru no la conoce). Kukaru le enseña a Malchut a hablar y a comportarse, ya que ella no sabe comunicarse ni vivir en sociedad, él ni siquiera sabe su nombre. Un día, Gijiri le pide a Kukaru que le muestre la marca de Kagachi en su espalda, pero al tocarla, Kukaru le grita que no lo haga. Gijiri revive la dolorosa memoria de Misakuya diciéndole lo mismo, pero Kukaru aclara que lo dice porque su marca le ha estado doliendo desde hace un tiempo. Gijiri sospecha que es porque la presencia de Malchut, dada su naturaleza Turii, choca con los Kagachi, y los debilita. Mientras Gijiri y Kukaru hablaban, Malchut entra a la habitación a curiosear, y en eso, el fragmento de Ristaccia incrustado en Ame no Hoakari reacciona con su presencia, provocándole una dolorosa visión, en la que ve la muerte del árbol Turii y de los otros niños de las Estrellas. Finalmente, la voz le dice que se encuentren en las ruinas de la nave voladora. Cuando Malchut recobra la conciencia, grita “¡miria!”; como Kukaru no era conciente de lo que había sucedido, piensa que ella sólo estaba diciendo su nombre, por lo que en adelante la llama Miria (luego descubrimos que Miria significa ‘amigos’). Gijiri, por su parte, sí se percata de que algo sucedió, y suspicaz, pregunta a Kukaru sobre qué pasó exactamente en la isla Turii. Kukaru evade la pregunta, diciendo que no sucedió nada especial allá. Gijiri entonces concluye que la presencia de Malchut funciona como un veneno para la raza Kagachi. Curioso, Gijiri regresa a Turii junto a Isago, y encuentran los restos del árbol sagrado y los niños de las Estrellas. Isago aclara, consternada, que esos restos antes eran seres vivos, y que durante su primera expedición, Kukaru salvó a “Miria” de ser ahogada, mientras los demás observaban impasibles. Gijiri enseguida comprendió que debía tratarse de alguna clase de ritual. Cuando regresan, se encuentran con una revuelta dentro de los Sazaragi, aparentemente liderada por Inomikado, uno de los miembros de la Casa Sagrada, que desea derrocar a Gijiri ya que conoce su influencia forzada sobre este sistema de gobierno. Él y otros intentan asesinar a Gijiri, pero es salvado por Kukaru. Extrañamente, Gijiri no le agradece la acción, y sólo le dice que los mestizos de sangre simplemente deberían desaparecer de la faz de la tierra. Kukaru se ofende con esto, ya que viene escuchando cosas similares desde que era un niño y eso lo hacía temer por su vida. Gijiri continúa diciéndole a Kukaru que debe deshacerse de “Miria”, por lo que Kukaru escapa con ella y por coincidencia, terminan escondiéndose en las ruinas de Jakotsu, pero Gijiri los encuentra. Gijiri les dice que debe matar a “Miria” por el bien de todos, pero Kukaru lo cuestiona, diciendo que quiere matarla porque le tiene miedo. Gijiri no lo niega por completo, aclarando que esa reacción entre ella y la gema de su espada es similar a lo que sucedió con la “luz misteriosa” de las ruinas Junaguni, y ella debe morir por la seguridad de la raza Kagachijin. Malchut permanece escondida, pero Gijiri amenaza con que si no sale, matará a Kukaru, así que Malchut se presenta. Kukaru intenta disuadirlo, pero Gijiri igual se dispone a matar a Malchut, lanzando una poderosa ráfaga con su espada. Sin embargo, Kukaru se interpone, protegiendo a Malchut y recibiendo el golpe mortal. Gijiri permanece anonadado; Kukaru le pide a “Miria” que perdone a Gijiri, que lo hizo por su naturaleza recelosa, y con sus últimas fuerzas utiliza su ojo Kagachi para develar el verdadero nombre de Malchut. Kukaru muere y Malchut permanece en shock; Gijiri, adolorido, dice que la llevará de vuelta a Turii. En eso, el fragmento de Ristaccia en Ame no Hoakari reacciona y L’erisia se comunica con Malchut. Esto, unido a la pérdida de Kukaru, despierta sentimientos de tristeza y frustración en Malchut. Ella musita “Ristaccia”, a lo que Gijiri responde intrigado, “¿Ristaccia?” (en Masinowa ignoraban la existencia y significado de esta gema). Estas emociones que Malchut no conocía y la desesperan, provocan que sus poderes dormidos emerjan violentamente, creando una especie de árbol inmenso, de dimensiones tales que destruye todo el poblado de Masinowa, incluyendo todos los ciudadanos y Sazaragi de la región. Gijiri sobrevive (es invulnerable a las heridas), y habiendo perdido a la mayoría de sus hombres, se dispone a seguir viajando para encontrar la verdad y origen de Ristaccia.

- El video de Kagachi cuenta parcialmente la historia de Gijiri, los Kagachijin y los Yamajijin. La historia de Malchut en general es relatada en el video de Turii ~Panta rhei~.


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